El respeto a la mujer debe enseñarse desde el hogar mismo, y desde la niñez. El trabajo conjunto incluye a la sociedad en todos sus ámbitos.
En el hogar:
Los hombres deben compartir con la esposa, equitativamente, la atención a los hijos y al hogar mismo.
Darles a las hijas las mismas oportunidades de crecimiento que a los hijos.
No hacer de la hermana una servidora de sus hermanos.
Hacer que los hijos varones participen de igual forma que las hijas en las labores del hogar.
No discriminar a las hijas por el hecho de ser mujeres.
Enseñar a los hijos varones los valores del respeto, la fidelidad, la tolerancia y la igualdad.
Asumir que la esposa tiene el mismo derecho para tomar decisiones al igual que su pareja.
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